¿Cuánto tiempo de actividad física realizas por semana?

 Si le das importancia a tu salud, ese debería ser uno de los puntos más importantes de tu rutina.

No sería ninguna novedad afirmar que hacer actividad física es importante y beneficioso para nuestra salud. Se ha demostrado que el movimiento es clave para nuestro bienestar general, y mantener un equilibrio psicofísico que nos ayude a prevenir enfermedades y mantener una buena calidad de vida.


Aún así, la Organización Mundial de la Salud afirma que:
“A nivel mundial, 1 de cada 4 adultos no alcanza los niveles de actividad física recomendados a nivel mundial”.

Y es que el estilo de vida actual poco nos invita a movernos, la falta de tiempo, la accesibilidad para cubrir nuestras necesidades o desplazarnos, ha generado muchos cambios beneficiosos, por un lado, pero que requieren bajo esfuerzo físico de nuestra parte. Y nuestro cuerpo, que muy sabio es, deja de gastar energía en lo que no usa. Esto con el tiempo, se ve reflejado en un cuerpo que desarrolla poca masa muscular, responsable de mantener nuestra estructura para una óptima biomecánica. Aparecen desbalances musculares, que generan tensión, dispersión, dolores de cabeza, o la incapacidad de mantenernos sentados sin quejarnos de molestias en la espalda.

Y es que, si sabemos que hay que movernos pero.. nos damos una pausa realmente para esto? Vivimos en una cultura del trabajo donde está mal visto parar, e incluso, desperezarse. A veces para esto, hace falta dar una estructura, una sesión, un compromiso con otro o con un grupo para saber que en determinado horario, paramos. Si, paramos para movernos, para cambiar de posición, descansar la vista frente al ordenador, para activar la circulación, para observarnos y salir del piloto automático.

Esto, dentro del entorno del trabajo pero.. Cómo sostener la actividad física en el día a día?


Hacer actividad física no significa realizar un deporte intenso. Cuando hablamos de actividad física nos referimos a cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos, que implique consumo de energía. Algunos ejemplos para incorporar en tu día a día podrían ser:
• Reemplazar el ascensor por escaleras
• Dejar el coche unas calles antes de tu destino, para sumar pasos
• Si te encuentras a una distancia considerable, transportarte en bicicleta
• Comprométete con colegas para realizar una escapada al aire libre

Aunque al principio se sentirá poco motivante por la fatiga y agotamiento muscular, pronto experimentarás sensaciones positivas que te llenarán de energía y te incitarán a continuar con estos hábitos. Tus músculos se activarán, así como la circulación y oxigenación, y segregarás hormonas que te harán sentir bien.

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