LAS PAUSAS ACTIVAS NO GENERAN LOS RESULTADOS ESPERADOS.. Recientemente, durante una reunión, nos llevamos una sorpresa.
Al escuchar las experiencias de una empresa, nos encontramos con expresiones como «la gente no las hace», «siempre son los mismos ejercicios y eso aburre» e incluso tuvieron que recurrir a un software para bloquear las pantallas y asegurarse de que las pausas se realicen de verdad.
Después de indagar y de analizar cómo se llevaban a cabo estas sesiones, puedo afirmar sin dudas que las pausas activas no funcionan como se espera.
Dejenme explicar por qué:
⛔ Las pausas activas no funcionan si se realizan los mismos movimientos de forma mecánica y sin conciencia. Es importante entender el propósito detrás de cada ejercicio y ser consciente de cómo nos beneficia.
⚠ Además de ser pausas, deberían ser estrategias y herramientas que permitan a los empleados gestionarse a sí mismos durante la jornada laboral. Si las personas se mueven sin entender cómo un ejercicio específico puede ayudarles con un dolor o una patología particular, difícilmente obtendrán los resultados deseados.
🚫 No funcionan si solo se presentan durante una «semana saludable» y luego se olvidan por completo. Las pausas activas deben formar parte de una rutina continua y consistente para que tengan un impacto real en la salud y el bienestar de los empleados.
👎 Las pausas no funcionan si son la única intervención propuesta dentro de la jornada laboral. Si se exige a los empleados demasiadas horas de trabajo, se les somete a estrés y tensión constantes, y no se les proporciona el mobiliario adecuado y ergonómico, las pausas activas se convierten en una solución superficial y no abordan las verdaderas causas del problema.
💥 No funcionan si interrumpen tareas importantes para los empleados. Las pausas activas no deben convertirse en un estresor adicional, sino en un escape que les permita recargar energías y desconectar temporalmente del trabajo.
❗ No funcionan si no se refuerza una vida activa fuera de la oficina con acciones que motiven a los empleados a mantenerse activos y saludables en su tiempo libre.
❗ ❗ No funcionan si las personas encargadas de liderar las pausas activas carecen de la formación adecuada para adaptar los movimientos, identificar posibles patologías en cada empleado y dirigir ejercicios que no empeoren una condición existente.
Es evidente que hay un problema fundamental en la implementación de las pausas activas que tan de moda se han puesto. Necesitamos replantearnos cómo las integramos en el entorno laboral y asegurarnos de que estén respaldadas por programas completos que aborden de manera integral la salud y el bienestar de los empleados. Solo así podremos lograr resultados reales y significativos en su salud física y mental.
Y tú, ves reflejado en este tipo de pausas activas en tu empresa? Crees que funcionan?