Ocurre que, pasas tanto tiempo sentado que la presión sobre los glúteos hace que estos se «apaguen».. si, como si dejaras de activarlos unas 8hs..
Luego, acabas la jornada laboral y te vas a entrenar. Sales a correr o vas a la clase dirigida del gym. Le exiges a tu cuerpo dormido que derrepente responda a ciertas exigencias. Como puede, tu cuerpo se activa mientras tu escuchas música o miras el móvil. Otra vez, conexión mente-cuerpo NULA.
Resultado? Tu cuerpo se contrae como normalmente lo hace, y si tus glúteos están dormidos, pues ahí muy tranquilos se quedan. Empiezan los desequilibrios musculares, la hiperactividad de músculos superficiales, la tensión y ouch! El dolor..
Así es como las personas, empiezan a asociar el ejercicio con el riesgo de lesión o dolor..
Y supongo que pensar en glúteos te refiere a la perspectiva estética, pero créeme que si es así, estás subestimandolo.
Una correcta activación de glúteos permite:
. ✓dar contención a la articulación de la cadera evitando que claudique al caminar
. ✓ estabilizar la pelvis y columna lumbar
. ✓influir sobre la alineación en rodillas
Pues te cuento que es uno de las situaciones que más encontramos en clínica o cuando hacemos fisioterapia en la oficina. Aunque el término hoy en día está un poco discutido, la verdad es que la clínica la vemos y mucho.
A veces, los pequeños hábitos son los que nos llevan a la lesión y no un movimiento en sí..
Pues que seguramente estás leyendo esto sentado, o te hayas sentido identificado por la posiciónque mantienes a diario en la oficina. Si has llegado hasta aquí, levantate un momento, tomate una pausa activa de al menos 1′ y realiza un par de sentadillas o contracciones de glúteos.. ¿Puedes sentirlos?